Envejecimiento cutáneo: prevención y tratamiento
Combatir el paso del tiempo
Con el paso del tiempo, la piel experimenta cambios tales
como aparición de arrugas, pérdida de elasticidad y deshidratación… Con un
tratamiento tópico adecuado conseguimos prevenir o mejorar estos cambios. De
esta manera podemos aumentar la regeneración celular, frenar los procesos de
oxidación, disminuir las hiperpigmentaciones.
El envejecimiento cutáneo es el conjunto de cambios que
experimenta la piel con el paso del tiempo. Las manifestaciones características
de una piel senil son:
* Aparición de arrugas.
* Disminución del grosor tanto de la epidermis como de la
dermis, formando una piel más fina y frágil.
* Pérdida de elasticidad y flexibilidad.
* Hiperpigmentaciones.
* Cuperosis.
* Sequedad cutánea, descamación….
Estas manifestaciones son debidas a varios factores:
* La división celular de los queratinocitos disminuye, los
procesos de descamación superficial se vuelven anormales dando lugar a que el
estrato córneo se engrose y la epidermis se vuelva más delgada.
* Los lípidos intracelulares disminuyen y empieza a fallar
su función de barrera protectora, haciendo que la piel se vuelva permeable y
aumente la pérdida transepidérmica de agua, provocando deshidratación de la
piel.
* Las proteínas de estructura, el colágeno y la elastina, se
desnaturalizan o desaparecen causando pérdida de elasticidad y resistencia.
* La red de proteoglicanos en la dermis se modifica restando
capacidad de fijación de agua.
* La alteración en la función de los melanocitos provoca en
la piel la aparición de manchas tanto hipercrómicas como hipocrómicas.
Podemos distinguir dos tipos de procesos de envejecimiento:
Primero, el envejecimiento extrínseco, debido a los
siguientes factores:
Radiaciones UV que producen:
* Modificaciones fotoquímicas directas en el ADN
* Modificaciones fotoquímicas directas en las proteínas
* Formación de radicales libres
* Modificaciones enzimáticas
Tabaco y polución que producen:
* Aumento de la actividad elastasa
* Aumento de la actividad metalo proteinasa-1 que degrada el
colágeno
* Entrecruzamiento del colágeno
* Disminución de la síntesis de colágenos I/III
Radiaciones ionizantes que generan radicales libres (ROS,
RCS, RNS) Y en segundo lugar, el envejecimiento intrínseco o cronológico, en el
cual se incluyen los efectos de la gravedad, las líneas de expresión, los
cambios hormonales y el programa genético que causa la atrofia de los tejidos
cutáneos, afectando a:
El colágeno
* Disminuye su síntesis
* Aumentan las enzimas que lo degradan
La elastina y los glucosaminoglicanos
* Disminuyen su concentración efectiva en la dermis
El estrés oxidativo
* Aumenta la generación de radicales libres
El tratamiento adecuado para prevenir o mejorar una piel
envejecida se basa en los siguientes puntos:
1. Aumentar la regeneración celular
La regeneración celular es la capacidad de nuestro organismo
de sustituir las células envejecidas por nuevas células.
Los regeneradores celulares más utilizados en un tratamiento
antienvejecimiento son:
1.1. Derivados de la vitamina A o retinoides
Comprende un grupo de sustancias derivadas del retinol o
vitamina A, con diferentes acciones biológicas sobre la piel. Las más conocidas
son: retinol, ácido retinoico, retinaldehído, adapaleno, isotretinoína. En el
tratamiento del envejecimiento cutáneo, las más indicadas son retinol a nivel
cosmético y ácido retinoico a nivel terapéutico, con mayor efectividad
antienvejecimiento pero más irritante.
Los retinoides presentan como principales acciones:
A nivel de la epidermis:
* Reducción de la cohesión de los corneocitos en la capa
queratínica por lo que tiene acción queratolítica.
* Aumento de la proliferación de los queratinocitos
incrementando el espesor del estrato granular.
* Disminución de la actividad de los melanocitos, por lo que
reducen las hiperpigmentaciones.
* Estimulación de la cicatrización al promover el
crecimiento de los tejidos y la síntesis de colágeno.
A nivel de la dermis:
* Estimulación de la actividad de los fibroblastos,
aumentando así la síntesis de colágeno y elastina.
El conjunto de estas acciones se traduce en una atenuación
de las arrugas, un incremento de la elasticidad y una mejora del tono de la
piel.
1.2 Alfahidroxiácidos: (AHA)
Los alfahidroxiácidos son ácidos que se encuentran en frutos
y productos naturales.
Sus principales acciones son:
* exfoliación, debido a la disminución de la cohesión entre
los corneocitos.
* regeneración, debido al aumento de la proliferación
celular.
* efecto antioxidante, que les confiere la capacidad de
neutralización de los radicales libres.
* hidratación, debida a la síntesis de glucosaminoglicanos.
Dentro de este grupo de sustancias cabe destacar:
Ácido glicólico, es el AHA más eficaz debido a que posee un
bajo peso molecular y puede penetrar mejor a través de la piel.
Al ser un AHA tiene las siguientes acciones:
Por un lado, aumenta la proliferación celular, incrementando
así la síntesis de colágeno, elastina y glucosaminoglicanos. Por otro, como AHA
que es, disminuye la cohesión corneocitaria, por lo que elimina la capa de
células muertas de la superficie. Esta exfoliación indirectamente ayuda a
reducir las hiperpigmentaciones. Tiene también acción antioxidante.
Ácido Lactobiónico, AHA de 3ª generación con una gran
capacidad hidratante y antioxidante. Favorece la exfoliación, normaliza la tasa
de renovación celular, aumenta la funcionalidad de los fibroblastos y favorece
la formación de colágeno y glucosaminoglicanos.
Ácido Mandélico, AHA de bajo poder irritante, posee
propiedades antiseborreicas, queratolíticas, hidratantes y antioxidantes.
Ejerce una acción purificante en las pieles con tendencia acneica, pues tiene
acción bacteriostática.
1.3 Ácidos grasos esenciales A.G.E.
Se llaman esenciales porque nuestro organismo no puede
sintetizarlos, sólo metabolizarlos, por ello deben ser aportados.
Existen dos familias de A.G.E.
* Los OMEGA 3, presentes sobre todo en los aceites de
pescado, de los cuales el principal es el ácido alfa linolénico.
* Los OMEGA 6, abundantes en los aceites vegetales, de los
cuales el más importante es el ácido linoleico.
Ambos son antioxidantes y contribuyen notablemente a la
regeneración celular. Sus propiedades son conocidas por ser precursores de
prostaglandinas y leucotrienos.
* las prostaglandinas controlan y regulan la secreción de
las glándulas sebáceas y retrasan la aparición de arrugas.
* los leucotrienos forman parte de membranas celulares y
aumentan la capacidad de retención de agua.
Un déficit metabólico de los AGE produce unos signos
cutáneos bien identificados, como pérdida de flexibilidad y elasticidad de la
piel, xerosis y descamación, cuya corrección es posible mediante la aplicación
tópica de AGE.
Se han demostrado otras funciones de los AGE:
* Omega 6: proliferación y diferenciación de los
queratinocitos.
* Omega 3: protección del sistema vascular gracias a las
acciones antiagregante plaquetaria y vasodilatadora.
Al lado de este papel funcional complejo, los AGE tienen una
función estructural, participando en la formación de fosfolípidos de las
membranas y en la regulación de la permeabilidad de la piel. Desarrollan un
papel importante en la hidratación y el mantenimiento de la integridad de la
barrera cutánea.
1.4 Aceite de Rosa Mosqueta
El aceite de Rosa Mosqueta proviene de las semillas del
arbusto “Rosa officinalis rubiginosa”. Los efectos beneficiosos en la
regeneración de la piel se deben a:
* Sus altos niveles de ácidos grasos esenciales
poliinsaturados, linoleico y linolénico, con acción regeneradora sobre la piel.
* Un alto contenido de vitamina C, ácido retinoico,
betacaroteno y licopeno que actúan retrasando la aparición de líneas de
envejecimiento prematuro.
* Una activación de las células de las capas interiores de
la piel revigorizando los fibroblastos, células que producen colágeno y
elastina, responsables de la firmeza y elasticidad de la piel.
1.5 Aloe Vera jugo
Obtenido a partir del líquido gelatinoso que contienen las
hojas de la planta “Aloe vera L”. Ha demostrado una actividad regeneradora,
cicatrizante, hidratante y antiinflamatoria gracias a la presencia de
glucoproteínas, alantoína y otros compuestos que estimulan el crecimiento de
los fibroblastos, en consecuencia reducen el tiempo de reepitelización, a la
vez que reducen la fase inflamatoria del proceso de cicatrización. Además de su
eficacia cicatrizante también posee propiedades humectantes y antioxidantes.
2. Frenar los procesos de oxidación celular
El estrés oxidativo es el desequilibrio entre las moléculas
de alto potencial oxidante y los sistemas antioxidantes, a favor de la
generación de las primeras.
La piel es un tejido extenso, altamente metabólico y que es
blanco frecuente de la agresión oxidativa.También cabe destacar que posee un
importante arsenal de mecanismos antioxidantes que disminuyen al envejecer.
Existen diferentes tipos de radicales libres que actúan
sobre nuestras células y tejidos realizando una oxidación que los deteriora,
causando daños en su estructura e interrumpiendo su funcionalidad, llevándonos
al envejecimiento.
Nuestros queratinocitos tienen un sistema de defensa
endógeno contra la acción de este tipo de radicales libres, el GSH (Glutatión)
que es un antioxidante natural de la piel, sin embargo cuando estamos bajo la
radiación solar, concretamente bajo los rayos UVB, la concentración de GSH en
los queratinocitos disminuye, lo que resta capacidad de defensa a la piel frente
a los radicales libres. Por ello nuestra piel se hace más vulnerable cuando nos
exponemos al sol.
La vitamina E, conocida como “vitamina protectora” por su
capacidad antioxidante, evita la acción destructiva de los radicales libres y
otros agentes oxidantes sobre las células epidérmicas. Se suele asociar a la
vitamina C para conseguir mayor efecto. Posee acción hidratante sobre la piel,
mejorando el aspecto de la piel senil. Asimismo previene la formación de
eritemas y quemaduras durante la exposición solar, reduciendo el proceso
inflamatorio y el incremento de la permeabilidad vascular.
Debido a su acción calmante, se utiliza con frecuencia en
productos para después del sol. Además, complementa la acción de los filtros de
protección solar, de tal forma que ayudan a retrasar el envejecimiento
prematuro producido por las radiaciones solares.
Evita el riesgo de formación de peróxidos lipídicos, que son
responsables del envejecimiento de la piel, con lo que ayuda a mantener la
elasticidad de la misma.
La Vitamina C tópica, es un antioxidante que reduce los
efectos del envejecimiento por su capacidad de neutralizar los radicales libres
nocivos para la célula, debido a sus propiedades óxido-reductoras.
Además de dicha propiedad antioxidante tiene otras, tales como:
* estimular la síntesis de colágeno y fibras elásticas,
mejorando la firmeza de la piel.
* reducir la síntesis de melanina, favoreciendo la
luminosidad de la piel.
El Ácido tióctico, es una co-enzima sintetizada por el
propio organismo, que actúa como participante en la producción de energía y
como antioxidante.
Su acción beneficiosa frente al envejecimiento cutáneo se
debe a su elevado poder antioxidante que le permite capturar numerosos
radicales libres, como los radicales hidroxilo, hipocloroso y oxígeno. El ácido
tióctico atraviesa fácilmente las membranas celulares actuando tanto en medios
lipófilos como hidrófilos, por lo que previene el daño celular a muchos
niveles. También actúa indirectamente regenerando o reciclando otros
antioxidantes.
Recientemente hemos incorporado a nuestras formulaciones
otros antioxidantes de nueva generación como Aldenine y Lipochroman, de los que
tratamos en el artículo “Envejecimiento cutáneo: nuevos principios activos”.
3. Disminuir las hiperpigmentaciones
Las hiperpigmentaciones son depósitos de melanina oxidada.
En la aparición de hiperpigmentaciones influyen diferentes factores:
* La radiación solar contribuye de manera importante a
acelerar el envejecimiento cutáneo que da lugar a hiperqueratosis, elastosis y
aparición de radicales libres que producen una pigmentación no uniforme de la
piel. La radiación solar es además uno de los principales estímulos de la
formación de melanina.
* Tratamientos externos, peelings químicos o físicos,
fracturas óseas, pueden dar lugar a reacciones inflamatorias que dejen
hiperpigmentaciones residuales. La presencia de fármacos o sustancias químicas
en la piel puede dar lugar a una pigmentación cutánea difusa al encontrarse
presentes en la piel cuando ésta se expone a la luz. Estos fármacos o
sustancias químicas pueden haberse administrado vía sistémica (tetraciclinas,
hormonas, fenotiacidas, antipalúdicos de síntesis…) o aplicado de forma tópica
o local (colorantes, perfumes…).
* El envejecimiento cutáneo intrínseco de la propia piel es
otro de los factores influyentes ya que se va perdiendo capacidad de
regeneración celular. Se producen reacciones de oxidación que generan radicales
libres, éstos reaccionan con los elementos de la piel dando lugar a sustancias
coloreadas.
* El factor hormonal influye también en las
hiperpigmentaciones.Estrógenos y andrógenos son los principales responsables.
Los despigmentantes pueden actuar a diferentes niveles;
* Evitando la formación de más melanina, es decir,
inhibiendo su síntesis. Así actúan el extracto de Morus Alba y el Ac. Kójico.
* Reduciendo los depósitos de melanina ya oxidada,
transformándola en leucomelanina, pigmento incoloro. La Vitamina C gracias a
sus propiedades reductoras consigue este propósito. Estos principios activos aparecerán
ampliados en el artículo “Hiperpigmentaciones cutáneas y su tratamiento”.
4. Compensar la disminución de la actividad estrogénica
A partir de los 45-50 años, como media, el envejecimiento
cutáneo se acelera como consecuencia de una disminución de la actividad
estrogénica. El envejecimiento cutáneo hormonal engloba tres parámetros
significativos:
* Sequedad, consecuencia de una disminución de la secreción
de las glándulas sebáceas.
* Atrofia epidérmica, debida a una ralentización de la
renovación celular que disminuye el número de capas celulares.
* Atonía dérmica, un conjunto de modificaciones en las
propiedades físico-químicas de la piel consecuencia de la disminución del
colágeno, la elastina y el ácido hialurónico.
Los fitoestrógenos son compuestos vegetales que tienen
actividad estrogénica, es decir, producen los efectos de los estrógenos pero no
tienen su estructura bioquímica. En la actualidad se conocen unos 30
fitoestrógenos, entre los que destacamos las isoflavonas de soja.
Las isoflavonas de soja estimulan la renovación celular y
protegen al colágeno y la elastina de la degradación por parte de colagenasas y
elastasas, evitando así la pérdida de densidad cutánea.
5. Hidratar la piel
La salud de nuestra piel depende principalmente de una correcta
hidratación. Por ello el agua que le aportemos debe quedar retenida en su
interior. Entre las sustancias hidratantes que producen este efecto cabe
destacar por su elevada efectividad:
El Ácido Hialurónico es un glicosaminoglicano que se
encuentra en la matriz extracelular y que gracias a sus propiedades
físico-químicas, retiene el agua generando volumen, es ampliamente utilizado en
preparados cosméticos.
El envejecimiento de la piel va acompañado de cambios en el
contenido de ácido hialurónico que se deteriora, esto hace que la piel vaya
perdiendo flexibilidad y capacidad de retener agua. Cuando aplicamos ácido
hialurónico de bajo peso molecular, penetra fácilmente a través de la epidermis
y restablece el contenido de glicosaminoglicanos mejorando el aspecto de la
piel. Tiene un efecto instantáneo y visible restaurando el volumen de la piel y
por ello reduce visiblemente las arrugas.
Si aplicamos ácido hialurónico de alto peso molecular, no
penetra y se forma una película que tiene la capacidad de retener agua y así
mantendremos la piel hidratada. El Dexpantenol es la proforma del pantenol,
vitamina muy empleada en cosmética tanto a nivel cutáneo como capilar.
Las principales características cutáneas de esta vitamina
son:
* Hidratante, garantiza un efecto barrera que evita la
pérdida de agua por parte de la piel.
* Posee propiedades antiinflamatorias, por lo que se utiliza
en preparados para tratar quemaduras.
* Estimula la proliferación de fibroblastos y regenera los
tejidos.
* Reduce ligeramente las manchas cutáneas seniles.
* Efecto positivo en las formulaciones solares, ya que
disminuye el eritema y calma la irritación producida por el sol.
6. Proteger la piel frente a las radiaciones solares
La principal causa de fotoenvejecimiento es la exposición
solar. Es imprescindible, pues, el uso de protectores solares para prevenir que
la piel se envejezca más.
Los filtros solares son sustancias que disminuyen la
cantidad de energía lumínica recibida por la piel o que reducen sus efectos. Se
dividen básicamente en dos tipos:
* Físicos o pantallas solares. Se trata de sustancias más o
menos opacas que reflejan parte del haz luminoso que incide en ellas. Suelen
proporcionar altos índices de protección y cubrir un espectro amplio, pero
tienen el inconveniente de ser preparados espesos y blanquecinos.
* Químicos. Son los más usados y se trata de sustancias que
absorben parte de la energía lumínica que incide sobre ellas. La mayoría tienen
su máximo nivel de absorción en la fracción UVB del espectro.
Hay una cierta controversia acerca de la conveniencia de
utilizar filtros físicos o químicos. Los primeros ofrecen una protección total
y los segundos sólo en ciertas bandas, más o menos anchas, del espectro UV. Se
recomendará uno u otro tipo de fotoprotector dependiendo del fototipo del
paciente, de sus experiencias previas y del tipo de actividad que deba realizar
bajo el sol.
Cuando la radiación ultravioleta incide en la piel, la
energía es absorbida y transmitida a través de las células. Esta energía es la
que causa el daño tisular, sea tanto a corto como a largo plazo, debido a la
generación de radicales libres.
Estos radicales libres causan a corto plazo, eritema,
inmunosupresión, disminución de las células de Langerhans, engrosamiento
cutáneo por aumento de la proliferación celular como defensa de la piel, y un
exceso de pigmentación melánica. A largo plazo, son los principales causantes
del fotoenvejecimiento cutáneo y de la aparición de los tumores cutáneos.
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